Resignificar el mensaje emancipador de Mayo para presentarlo como ofrenda moral a las nuevas generaciones representa para nosotros un mandato ético y trascendente. Ante la fragilidad de un mundo que se derrumba debido a la ausencia de grandes narraciones que permitan encontrar las raíces colectivas de nuestra humanidad, nuestra experiencia histórica como Nación nos demuestra la pureza de un camino de igualdad y libertad que aún pugna por realizarse en cada latido de los hombres y mujeres que trabajan cotidianamente por el engrandecimiento espiritual de nuestra Patria.
Realizar
una reflexión sobre la importancia del 25 de mayo como un hito histórico y
fundacional nos posiciona claramente ante la inmensa responsabilidad de
rescatar el comportamiento y la conducta ejemplar de héroes y heroínas que
ofrendaron su vida para que las siguientes generaciones pudieran disfrutar de
las mieles de la libertad y de la democracia. En este sentido debemos
entender al proceso revolucionario de mayo como un proyecto en clave de
transformación y síntesis permanente, asumiendo los grandes desafíos y las
asignaturas pendientes que nos afectan en nuestro entorno social y cultural.
Para
superar las limitaciones que ahogan nuestro desarrollo como Nación y como
Pueblo debemos remontarnos hacia los nobles sucesos de aquellas jornadas llenas
de esperanza y calor popular para realizar una semblanza filosófica e histórica
que nos permita comprender la importancia de las acciones de los Patriotas. Sus
acciones y sus compromisos para terminar con el absolutismo y todas otras formas
de opresión colonial permanecen incólumes hasta nuestros días.
Es de
fundamental importancia destacar que que en los albores de 1810 la dinastía
borbónica se encontraba en plena decadencia , a raíz de la prisión de Fernando
VII a manos de Napoléon Bonaparte ,en lo que se conoce como la “farsa de
Bayona”. Al conocerse las novedades respecto a la caída de la Junta Central de
Sevilla, en la capital del Virreinato del Río de la Plata comenzaron los
debates para interrogarse acerca de la suerte que debería correr el Virrey
Baltasar Hidalgo de Cisneros, persona muy impopular entre los vecinos de Buenos
Aires.
El
orador de la Revolución Juan José Castelli pronunció estas palabras durante el
histórico cabildo abierto del 22 de mayo para refutar las opiniones del Obispo
Lué y del Fiscal Villota, partidarios del “statu quo.” Aquí no hay conquistados
y conquistadores, aquí no hay sino españoles. Los españoles de España han
perdido su tierra. Los españoles de América tratan de salvar la suya. Los de
España que se entiendan allá como puedan y que no se preocupen, los americanos
sabemos lo que queremos y adónde vamos, aunque el señor Obispo no lo sepa ni
quiera seguirnos. Por lo tanto, señores, tratemos de resolver lo que nos
conviene hacer ahora: no perdamos tiempo, yo propongo que se vote la siguiente
proposición, que se subrogue otra autoridad a la de virrey que dependerá de la
metrópoli si esta se salva de los franceses y que será independiente si España
queda subyugada”. Este fuego sagrado y esta determinación nos convierten en
depositarios de un legado que nos interpela y nos empuja a seguir luchando por
la Argentina Justa e Igualitaria con la que soñaron nuestros próceres.
Los
hombres y mujeres de 1810 entendieron que el único camino para superar esos
momentos de incertidumbre consistía en aprovechar el carácter dubitativo de los
partidarios de la Corona para terminar con más de 200 años de absolutismo y
oscurantismo que habían esclavizado al Pueblo. Es importante tener en cuenta
que los patriotas contaban en su experiencia con la feroz represión que habían
utilizado los realistas al castigar cruelmente los movimientos de
Chuquisaca y la Paz junto al martirio del Inca Túpac Amarú.
En esta
fecha tan emblemática debemos retomar los sueños y los principios de Juana
Azurduy, María Remedios del Valle ,Manuel Belgrano y Juan José Castelli,
teniendo en cuenta que los desafíos actuales son similares a los de aquellas
épocas. Debemos seguir levantando las banderas de la protección de la
industria, el crecimiento de los pueblos del interior, la libertad de prensa,
la educación popular, el federalismo y la ampliación de derechos para reconocer
definitivamente el rol insustituible de nuestras mujeres e identidades
disidentes.
Desde
la Universidad Nacional del Chaco Austral creemos en el fortalecimiento de una
educación justa e igualitaria que promueva la diversidad y promocione la
ciencia y la tecnología para alcanzar el verdadero progreso de nuestros pueblos
más humildes. Tratamos de transmitir a nuestros alumnos la pasión necesaria
para abandonar la lógica del individualismo y abrazar los ideales de Libertad,
Igualdad y Fraternidad, sostenes principales de ideario filosófico de los
acontecimientos fundacionales de nuestra Nación.
Sintamos
orgullo por nuestra Historia. Abracemos los ideales de nuestra revolución
fundadora. Exclamemos con altivez el amor hacia nuestra tierra y hacia nuestra
gente.
Esperamos
que este 25 de mayo nos encuentre más unidos que nunca, dejando de lado
antiguas rencillas e innobles rencores para seguir honrando los sueños de
nuestros patriotas. Juan Bautista Alberdi nos presentaba a Belgrano afirmando”
…Yo me ennoblezco con la locura de creer como creo, que un sepulcro está cavado
ya para nuestros tiranos, que la libertad viene, que el reinado del pueblo ya
se acerca, que una grande época va a comenzar.”
Proclamemos
con patriotismo y esperanza nuestro compromiso con la construcción de la
Argentina del futuro y gritemos desde lo más profundo de nuestro corazón¡Viva
la Patria!.