En una entrevista concedida al Programa “La Balanza” de
Radio Futuro FM 98.9, el ingeniero Antonio “Agapito” Nuñez de la Asociación ”Padres en
Ruta” recordó que después de años de actas, los dos kioscos más transgresores
en la Ciudad Termal, en relación al expendio de bebidas alcohólicas fuera de
horario o a menores, “cambiaron de rubro”, lo cual consideran un mérito compartido
con el Juzgado de Faltas y la Policía.
Sobre los controles de alcoholemia llevados adelante en
calle 12, en la zona que comprende desde la 1 a la 27 del centro, dijo que
quien labra las actas es Policía Caminera; abarcando actualmente también calle
33 desde la calle 44 hasta el aeropuerto. “El tema es no dejar zona liberada”
destacó, agregando que esa zona camino al aeropuerto era utilizada para “picadas”
entre wileros. A esto, se suman los controles anti-wileros de los domingos por
la noche.
“Este domingo tuvimos que suspender el operativo anti-wilero
porque volvieron los desmanes en la plaza principal y la policía debió
intervenir” exclamó Nuñez. A modo de dato, es preciso señalar que en esa
oportunidad tras la riña de bandos antagónicos donde se tiraban con cascotes y
pedazos de ladrillos, la policía detuvo a unas 10 personas de las cuales en su
mayoría eran menores de edad.
Insistió el ingeniero en su propuesta de hacer un
relevamiento con asistentes sociales sobre la situación de los jóvenes que terminan
siendo protagonistas de desmanes en la ciudad, para saber que trasfondo social
traen aparejado, si trabajan o asisten al colegio. “Escuchamos a los políticos decir
que ellos están preocupados, no por las futuras elecciones, sino por las
futuras generaciones. Entonces, es una buena oportunidad para que alguien
accione. Sino se da la razón a lo que dice el común de la gente: `que todos
votan´. Es importante darle una salida a esta situación”.
Respecto a los controles alcoholemia recordó que el control
contempla en el caso de los automovilistas hasta 0,50 de alcohol, y en cambio
en motociclistas con un mínimo de 0,25, ya se procede al secuestro del rodado,
debido al peligro que representa la posibilidad de una caída en ese tipo de vehículo.