“No hay que olvidarse que meses anteriores una chica de Misión Nueva Pompeya debió ser traída en helicóptero en las mismas condiciones que la niña wichí que murió en el Perrando. Recuerdo esto porque tuvo un final feliz”, resaltó.

“Hay tantas opiniones sobre la muerte de esta niña de 13 años, porque produce muchísimo dolor. Ella no ha tenido padre, ha estado en el abandono total”, lamentó.

“Lo que quiero decir es que cuando alguien se ocupa de alguien, no hay que llegar a un desenlace trágico”, puso de relieve.

Contó que si bien este caso salió a la comunidad, las estadísticas son contundentes.

Sobre el debate supuestamente cultural y el abuso de niñas aborígenes, recordó actividades donde se trató de educar. “Hay muchas en esas condiciones. Es preocupante”, disparó.

“Esto no es cultural. Las culturas indígenas inculcan el cuidado a los niños. Lo que hay que ver es la situación de vida que están padeciendo las comunidades”, consideró.

“Muchas veces las niñas indígenas son violadas y nadie hace nada. Incluso la policía no quiere recibir la denuncia por su condición. Hay que desconstruir esto”, sentenció.

Fuente:Libertad Digital