En un intenso itinerario de celebraciones y reuniones, el obispo se encontró con los respectivos párrocos, algunos han asumido en las últimas semanas, y escuchó labor pastoral que llevan adelante en sus parroquias. Cada jurisdicción parroquial comprende un nutrido número de capillas y parajes que periódicamente se celebra la Misa y se imparte catequesis.
También saludó a las Religiosas que colaboran en algunas comunidades en
tareas de promoción humana, atención de abuelos y niños, actividades misioneras
y de catequesis. Las Hermanas saludaron al obispo y describieron algunas de las
tareas que realizan en barrios y parajes.
En todas las Misas, el Monseñor Barbaro, impartió el sacramento de la
Confirmación. Luego de una intensa preparación con los respectivos catequistas
y en colaboración con los sacerdotes, más de 500 jóvenes y algunos adultos
recibieron este sacramento.
Monseñor Barbaro animó a los confirmados a caminar tras las huellas de
Cristo. En un mundo revuelto por las ideologías y la indiferencia, es urgente
no sacar la mirada de Cristo que quiere dar sentido pleno a la vida de cada
persona. Por eso es importante dejarse ayudar por los buenos consejos, no
descuidar la oración y la formación, y de recibir con frecuencia los
sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Además destacó el roll
fundamental de María, la Madre de Jesús y Madre de todos los bautizados. Ella
saber cuidar a sus Hijos, por eso conviene tener detalles de cercanía, de
tratarla todos los días.
Seguido a cada celebración, los jóvenes y sus familias pudieron saludar al
obispos y se reunieron con él para escuchar sus consejos y hacerle algunas
preguntas sobre la fe y los desafíos en el mundo actual.
Monseñor Barbaro se reunió, además, con grupos de fieles de diferentes pastorales
y movimientos para escuchar sus inquietudes y atender a sus solicitudes. Los
mismos le aseguraron su oración para que pueda continuar la atención pastoral
de la extensa jurisdicción diocesana.