Desde la caída de la tarde las familias se acercaron para disfrutar las imágenes que el telescopio proyectaba en una pantalla gigante y el diseño de luces preparado para el acontecimiento. Para casi todos era la primera vez que verían un cuerpo celeste en el visor de un telescopio.
El profesor Jorge Fariña, un conocedor apasionado de la astronomía, brindó una amena charla sobre la luna en un patio a media luz poblado de niños, niñas, padres y abuelos. Reservó para el final mostrar las estrellas más distinguidas del cielo saenzpeñense.
Luego de la presentación se formó una larga fila y la esperada experiencia de ver en un telescopio a nuestro satélite natural fue concretada.
Caras de asombro, emoción y la pregunta repetida de cuándo volverán a hacerlo, demostraron el interés y gusto que este emprendimiento de la Secretaría de Cultura logró en el público presente.
Esta movida es la primera del calendario astronómico.
La Secretaría de Cultura ha iniciado gestiones con el Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, el Instituto Nacional de Astronomía y la Universidad Nacional de La Plata a fin de concretar en torno de esta vivencia, un hecho no sólo original sino educativo y cultural.