Juan Torrente, abogado de la Dirección de Trabajo, recibió este miércoles, minutos antes de las 10 de la mañana, una esquela en su puesto laboral. Un motomandado se la llevó.
Ni bien la leyó, se dio cuenta que no era una notificación más sino que era una amenaza. ¿Qué decía la nota? “Me arruinaron la vida y vos especialmente”, comienza la carta. “Acá hoy no queda nadie vivo. Me aseguré de que así sea, van a volar todos por los aires”, añadió.
En la amenaza, escribió que había tres bombas ubicadas en la Dirección de Trabajo. “Pensé en matarme varias veces pero antes quiero disfrutar esto”, se lee en la nota. Al final, sugiera al abogado que salude a su hijo porque “de él me encargo personalmente”.
Ante esto, Torrente realizó la denuncia a la policía e inmediatamente se activó el protocolo para estos casos. La División Bomberos ordenó evacuar el edifico gubernamental, ubicado en Obligado 135 y también trasladó a un equipo hasta la casa del denunciante, ubicada por calle José Alsina.
Fuentes policiales confirmaron que la División Explosivos revisó el edificio de la Dirección de Trabajo y no halló explosivo alguno ni tampoco algún objeto extraño en la vivienda de Torrente.