La diócesis católica de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña, comprende en la provincia del Chaco los departamentos de Almirante Brown, Chacabuco, Comandante Fernández, Dos de Abril, Maipú, Mayor Luis J. Fontana, 12 de Octubre, Fray Justo Santa María de Oro, General Belgrano, General Güemes, Independencia, Nueve de Julio, O’Higgins, Quitilipi, San Lorenzo y Veinticinco de Mayo. Tiene 24 parroquias.
Esta diócesis presenta características en común con otras diócesis del noreste argentino creadas a fines de la década de 1950 y comienzos de la década de 1960 (diócesis de Reconquista, Formosa, Posadas y Goya) con las que comparte desafíos en común como la lucha contra la pobreza mediante el desarrollo de una «pastoral de conjunto».
Desde el 7 y hasta ayer se realizó la novena al Patrono de la Diócesis "San Roque".
Hoy se realiza la Fiesta Patronal, con el siguiente programa:
9 horas Bicicleteada
10 horas Santa Misa por los enfermos.
11:30 horas Bendición de perros.
15 horas Santa Misa de los primeros.
17 horas Procesión.
17:30 horas Santa Misa Central en la Catedral.
20 horas Santa Misa.
El domingo 18 de agosto, desde las 20:30 horas se llevará a cabo una Velada Coral
Por último el 25 de agosto desde las 17:30 horas se llevará adelante el "Té de San Roque".
HISTORIA DE LA DIÓCESIS
El 12 de agosto de 1963 el Papa Pablo VI creó la diócesis de Presidencia Roque Sáenz Peña, de la diócesis de Resistencia. Su nombre fue cambiado a la Diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña el 28 de febrero de 1992 por el beato Juan Pablo II.23 Desde su creación al presente ha tenido cuatro obispos titulares, en 2014 el Papa Francisco decidió nombrar un obispo auxiliar para colaborar en la misión y actividades pastorales que exige su extenso territorio de 71.383 kilómetros cuadrados,4 recibiendo la designación el sacerdote Gustavo Montini.
En su inicio, desarrollo y consolidación han tenido un rol fundamental diversas órdenes y congregaciones religiosas, destacándose entre las mismas la Orden de Frailes Menores con sus obras en la zona de Quitilipi y Misión Nueva Pompeya, actualmente a cargo de la Fundación Apostólica Mariana y de los Hermanos Maristas, respectivamente; y la Congregación del Santísimo Redentor de la viceprovincia polaca, que organizó misiones populares en las regiones de Charata y Villa Ángela, dedicándose a la atención pastoral de parroquias de las que dependen gran número de capillas. En la actualidad los sacerdotes redentoristas continúan trabajando en las parroquias Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Charata y Sagrado Corazón de Jesús en Villa Angela. En esta última ha sido clave y fructífera la tarea llevada adelante por el redentorista Doctor en Teología Moral, Omar Sánchez, párroco en la década de 1990, quien impulsó denodadamente los misiones populares y las escuelas de formación para laicos, además de promover el compromiso firme y constante de la comunidad católica con la promoción humana y todas las actividades que tendiesen a mejorar las condiciones de vida de la población y el bienestar general. Como párroco del Perpetuo Socorro, en la ciudad de Charata, en los años 2008 y 2009 coadyuvó en la búsqueda de soluciones sanitarias y sociales ante la epidemia de dengue que se abatió sobre el noreste argentino.
Asimismo, el santuario de la Virgen de Mesón de Fierro, centro de peregrinación mariana en la diócesis, tuvo como apóstol y promotor al incansable misionero polaco Mariano Kieniarski, quien durante los años en que estuvo a cargo de su atención pastoral en la década de 1990 tuvo como misión primordial fortalecer la vida de oración y evangelización de la capilla.
En la ciudad de Roque Sáenz Peña, la Pequeña Obra de la Divinia Providencia, fundada por Don Orione, lleva adelante su obra de atención, contención y ayuda a personas en situación de necesidad y enfermedad, teniendo como centro el Pequeño Cottolengo Don Orione. También la Pía Sociedad de San Cayetano ha contribuido en forma sustantiva por medio la educación, siendo el "Instituto Politécnico Juan XXIII" una de las instituciones de mayor importancia en el sistema educativo de la ciudad.
Otro hito en el devenir de la Iglesia particular de San Roque ha sido la fundación y establecimiento a mediados de la década de 1990,de un Pre-seminario, lugar en el cual las personas que manifestaran inquietud por la vocación sacerdotal pudiesen recibir acompañamiento, formación y experiencia de vida comunitaria, como período previo a su admisión al seminario interdiocesano "La Encarnación", ubicado en la ciudad capital de la provincia del Chaco, Resistencia, en el cual estudian filosofía y teología los seminaristas de la diócesis. Aunque en los últimos años, a instancias del actual obispo Hugo Barbaro, algunos formandos completan la etapa de estudios teológicos en la ciudad de Roma. En el establecimiento del pre-seminario, adyacente a la Parroquia de la Santa Cruz, fue protagonista el párroco, Fernando Croxatto, quien años después, en 2014, fue nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Comodoro Rivadavia.
SAN ROQUE
Éste santo se ha hecho famoso en el mundo por los grandes favores que consigue a favor de pobres y enfermos.
Su popularidad ha sido verdaderamente extraordinaria cuando a pueblos o regiones han llegado pestes o epidemias, porque consigue librar de la enfermedad y del contagio a muchísimos de los que se encomiendan a él.
San Roque nació en Montpellier, de una familia sumamente rica. Muertos sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió el dinero entre los pobres y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar santuarios.
Y en ese tiempo estalló la peste de tifo y las gentes se morían por montones por todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más abandonados.
A muchos logró conseguirles la curación con sólo hacerles la señal de la Santa Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo les hacía la sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al contagio. Con todos practicaba la más exquisita caridad.
Así llegó hasta Roma, y en esa ciudad se dedicó a atender a los más peligrosos de los apestados. La gente decía al verlo: “Ahí va el santo”.
Y un día mientras atendía a un enfermo grave, se sintió también él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas negras y de úlceras.
Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque solitario, y en el sitio donde él se refugió, ahí nació un aljibe de agua cristalina, con la cual se refrescaba.
Y sucedió que un perro de una casa importante de la ciudad empezó a tomar cada día un pan de la mesa de su amo e irse al bosque a llevárselo a Roque.
Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le entró curiosidad, y siguió los pasos del perro, hasta que encontró al pobre llaguiento, en el bosque.
Entonces se llevó a Roque a su casa y lo curó de sus llagas y enfermedades. Apenas se sintió curado dispuso el santo volver a su ciudad de Montpellier. Pero al llegar a la ciudad, que estaba en guerra, los militares lo confundieron con un espía y lo encarcelaron.
Y así estuvo 5 años en la prisión, consolando a los demás prisioneros y ofreciendo sus penas y humillaciones por la salvación de las almas.
Y un 15 de agosto, del año 1378, fiesta de la Asunción de la Virgen Santísima, murió como un santo.
Al prepararlo para echarlo al ataúd descubrieron en su pecho una señal de la cruz que su padre le había trazado de pequeñito y se dieron cuenta de que era hijo del que había sido gobernador de la ciudad.
Toda la gente de Montpellier acudió a sus funerales, y desde entonces empezó a conseguir de Dios admirables milagros y no ha dejado de conseguirlos por montones en tantos siglos.
Lo pintan con su bastón y sombrero de peregrino, señalando con la mano una de sus llagas y con su perro al lado, ofreciéndole el pan.