Interviene en la causa la Fiscalía Nº3 a cargo del doctor Marcelo Soto. La caratula es "supuesto abuso sexual con acceso carnal".
La denuncia fue radicada éste jueves 5 de septiembre a la hora 16:30, ante la División de Violencia Familiar y de Género Interior Sáenz Peña".
La madre de la víctima relató que el miércoles 4, a horas 21:00 en momento que se encontraba en una esquina de calle 41 y 6 del barrio Isla Soledad, junto a sus amigas y amigos, en eso llega un hombre de unos 40 años que es conocido con el apodo de "Panza", . "A lo que le lleva a mi hija a la fuerza hasta la casa que es donde estaban sentadas, una vez en el domicilio le golpeo la cabeza y la obligo a tener relaciones sexuales, eso es todo lo que ella me contó" relató la madre. Accionó penalmente contra el acusado.
El fiscal en turno dispuso que se active protocolo a la víctima por abuso sexual, le de intervención a la UPI ( Unidad de Protección a la Infancia).
Examinada por médico policial y pediatra del Hospital 4 de junio, la menor una preadolecente presenta "en su zona genital lesiones". Se procedió el secuestro de la ropa interior de la nena y se ordenó una prueba de ADN.
EL NIÑO QUE SE SALVÓ
El otro caso, ya un intento de abuso, fue denunciado a la hora 17:20, también en la fecha, y la víctima es un niño de aproximadamente 7 u 8 años del barrio Nala. Su abuela denunció que a la hora 16:15, cuando pensaba que el pequeño estaba jugando en la vereda de la casa, fue alertada por un docente del jardín del C.I.F.M.A. (Centro de Investigación y Formación para la Modalidad Aborigen), que su nieto se hallaba en la casa de unos vecinos conocidos con el alias “Mellis”, ambos de 50 años de edad estimativamente; entonces, inmediatamente ingresó en la vivienda de los mellizos y "uno de ellos tenía al menor en el suelo, boca abajo y con los pantaloncitos bajos", y el sujeto estaba arrodillado encima de este, ante ello logro socorrer al niño.
El fiscal dispuso la aprehensión de ambas personas acusadas. Luego, personal de la División COM, irrumpió en barrio Nala, logrando la conducción de los sindicados, calmando a las personas del barrio que estaban exaltados por la situación, estableciendo que los sindicados autores tendrían deficiencia mental.