Espectáculos Hace diez años moría Sandro, uno de los máximos íconos de la canción popular
04/01/2020
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El 4 de enero de 2010, después de pelear contra una enfermedad pulmonar, Roberto Sánchez -tal su verdadero nombre- moría en un sanatorio de Mendoza. Con más de 200 discos grabados y una decena de películas, Sandro fue el más popular de los cantantes argentinos en el continente.
El 4 de enero de 2010, a los 64 años, el artista no logró superar una infección que contrajo en
una internacion, tras haber sido sometido semanas antes a un doble trasplante de corazón y
pulmón, en la provincia de Mendoza, última alternativa a los años de padecimiento por un
ensema pulmonar.
Roberto Sánchez, tal su nombre real, sobresalió como autor entre los artistas de su género y
como intérprete, con su perfecta mezcla de sensualidad y sencillez, alimentada con su imagen
de “muchacho de barrio”.
Como intérprete, la historia de Sandro puede dividirse entre sus inicios rockeros, junto al grupo
Los de Fuego, con frenéticos bailes y traducciones a un español castizo de los primeros clásicos
mundiales del género, lo que le valió el apodo de “Elvis criollo”; y su consagración total como
cantante romántico, con sus jadeantes fraseos y sus sugestivas miradas.
Tal como marcaba la moda imperante de nales de los '60 y de los '70, en la que los artistas
populares protagonizaban películas como forma de promocionar sus discos, participó en una
decena de producciones, entre las que destacan “Gitano”, apodo que lo acompañó por el resto
de su carrera, “Operación Rosa Rosa”, “Subí que te llevo”, “Muchacho”, “Quiero llenarme de ti” y
“Embrujo de amor”, entre otras.
En tal sentido, un gran misterio rodeaba a su casona de Baneld, sitio de reunión obligada de
sus fans cada 19 de agosto, día de su cumpleaños, cuyos muros resultaban infranqueables para
la prensa.
Oriundo de Valentín Alsina, partido de Lanús, Sandro quedó impactado, como muchos
adolescentes de la época, con Elvis Presley, a quien comenzó a imitar en la década del '50,
mientras cursaba estudios primarios. El primer paso para seguir a su ídolo fue iniciar sus
estudios de guitarra.
En los años siguientes, el artista formó diversos grupos hasta que a principios de los '60 quedó
al frente de Los de Fuego, con los que alcanzó la popularidad como un émulo local del "Rey del
Rock and Roll", presentando una versión más sanguínea y sexual del rock de salón que
cultivaban orquestas como las de Eddie Pequenino.
El gran éxito alcanzado a lo largo de esa década le sirvió, entre otras cosas, para respaldar al
incipiente movimiento del rock argentino, al que ayudó a partir de su asociación con otros
Fue en esos años que Sandro eligió dejar de lado denitivamente la campera de cuero para
calzarse el smoking y dedicarse a la canción romántica, una faceta en la que descolló como
autor, además de proyectarlo a nivel internacional.
Aunque los orígenes habían unido a Sandro con el rock argentino, los caminos de ambos
parecían transitar por senderos paralelos hasta nales de los '80, en donde hubo una especie
de reconocimiento y revalidación de su influencia para el género.
Su participación en la versión libre que Charly García y Pedro Aznar hicieron del tema “Break it
all”, de Los Shakers, en el disco “Tango 4” y su cruce con, por ejemplo, el grupo de rock pesado
Ri en su programa televisivo “Querido Sandro”, de 1990, por Canal 13, entre otros hitos, le
devolvieron su estirpe rockera ante el público más joven.
La reivindicación derivó en la grabación de "Tributo a Sandro. Un disco de rock", una placa en la
que bandas como Divididos, La Bersuit, Los Fabulosos Cadillacs y Los Caballeros de la Quema,
entre otros, versionaron sus clásicos.
Los últimos años de Sandro estuvieron marcados por sus problemas de salud, los que de a poco
lo fueron alejando de los escenarios. Padecía un Epoc (Enfermedad pulmonar obstructiva.
Fuente Télam
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