De acuerdo con varios expertos, el sólo hecho de acariciar a un minino provoca que disminuya el nivel de estrés de las personas. En esta ocasión te hablaremos de los factores por los que son una gran cura para aquellas personas que padecen depresión:
La sensación de bienestar se mantiene todos los días en las personas que tienen mascotas.
Jugar con un gato puede incrementar los niveles de serotonina y dopamina en el cuerpo, las llamadas hormonas de la felicidad que se producen en una cantidad menor en quienes se enfrentan a una batalla por desordenes del ánimo.
Los dueños de gatos consideran que tienen un impacto positivo en sus vidas.
Su carácter tranquilo y pacífico se contagia a tal grado que las personas pueden percibir el mundo con una mayor calma.
La llegada de un gato al hogar implica que su dueño establezca una rutina en su vida cotidiana, actividad que da un gran sentido de responsabilidad y reacciona la interacción social.
Es sabido que la falta de voluntad para hacer las cosas o tener el simple deseo de levantarse es uno de los síntomas más escasos ante una depresión, por ello, contar con un gato permite tener la mente ocupada con los cuidados que éste requiere como: darle de comer, limpiarle la caja de arena y jugar con él.
Fuente https://www.unotv.com/