En una sorpresiva decisión, la cúpula de la Policía del Chaco presentó su renuncia este lunes por la mañana. Fue en solidaridad con los cuatros agentes quienes no pudieron regresar a sus tareas habituales debido a que pesa sobre ellos una causa penal por allanamiento ilegal y vejaciones contra un grupo de jóvenes Qom del barrio Banderas Argentinas, de Fontana.
Para los jefes policiales, los imputados deberían retornar a sus tareas habituales, debido a que recuperaron su libertad. Sin embargo, desde el Ministerio de Seguridad, con el respaldo del gobernador, Jorge Capitanich, se decidió que por la gravedad de la denuncia y los hechos de los que son acusados, los uniformados continúen suspendidos.
Esto motivó el portazo del jefe de la Policía, Fernando Romero; el subjefe, Ángel Domínguez y de la directora ejecutiva del Centro de Análisis, Comando y Control Policial (C.E.A.C), Mariela Noemí Aguirre. Los tres presentaron su renuncia la cual está siendo evaluada por Capitanich, quien decidirá si la acepta o no.
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