Nuestra comunidad global se encuentra ante una
encrucijada civilizatoria. En este marco, uno de los debates mas importantes en
lo que respecta al fortalecimiento de los vínculos comunitarios y la
posibilidad de lograr un crecimiento inclusivo con ampliación de derechos se
relaciona con el lugar que se le asigna a la Educación.
En este sentido , en los últimos tiempos hemos
escuchado infinidad de voces expresarse sobre la temática en cuestión a través
de las usinas de pensamiento corporativas, sin que ello implique la posibilidad
manifiesta de realizar un análisis sincero y honesto en el que participen todos
los actores de la comunidad educativa.
En primer lugar , debemos realizar una
contundente reivindicación de la labor de las y los docentes durante todo el
ciclo lectivo 2020. Afirmar que no se dictaron clases durante el periodo
anterior constituye una falacia que solo pretende desconocer el enorme
compromiso de las maestras y los maestros de todo el País. Hemos observado con
enorme orgullo a miles de compatriotas asistir a los estudiantes a través de
clases virtuales, acompañamiento pedagógico, apoyo emocional y contención
afectiva con asistencia de cuadernillos hasta en los lugares mas recónditos de
nuestra Patria.
La llegada de la Pandemia ha provocado un
cambio abrupto y sin precedentes en las nuevas condiciones de enseñanza y
aprendizaje. Nuestros docentes han tenido que reinventarse de manera creativa
para adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos , han entregado tiempo y espíritu
para estar presentes junto a sus alumnos a pesar del distanciamiento.
En la Universidad Nacional del Chaco Austral
hemos decidido, en conjunto con las autoridades sanitarias, que durante el
primer cuatrimestre todas las asignaturas serán cursadas mediante la modalidad
a distancia con el fin de materializar acciones para generar las directivas
recomendadas hasta la culminación del protocolo marco retorno a la
presencialidad. Entendemos a la
Educación como el principal ordenador social y moral de nuestra Patria, por lo
que todas las medidas tomadas, siempre privilegiarán la posibilidad de que
todos nuestros jóvenes se sientan partícipes de un proyecto de País en el que
sean capaces de crecer y desarrollarse en su propias comunidades.
Estos nuevos tiempos nos exigen estar a la
altura de las circunstancias para cumplir con los mandatos de las nuevas
generaciones. Estamos en condiciones de afirmar que todos los actores del
sistema educativo deseamos retornar a las clases presenciales, pero debemos
hacerlo con todos los cuidados y las precauciones necesarias. Esperamos
fervientemente que esta discusión no sea atravesada por discursos oportunistas
que solo piensan en coyunturas electorales, sin tener en cuenta que el futuro
de nuestros hijos e hijas es el único camino que nos permitirá cumplir todos
los sueños y anhelos que nuestra Argentina merece.