Este lunes, un grupo de vecinos alertó a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires que una mujer había caído, en circunstancias que aún no fueron esclarecidas, por el hueco de uno de los ascensores de su edificio del barrio porteño de Palermo.
Al llegar al lugar los efectivos encontraron el cuerpo de la mujer en el segundo subsuelo, donde termina el recorrido del ascensor de palieres, en apariencia sin signos vitales, atrapado entre los amortiguadores del sistema de frenado. Una médica del SAME constató que estaba muerta.
En las últimas horas, la mujer fue identificada como Patricia Alejandra Torres, de 46 años, oriunda de la localidad de Concepción del Bermejo, en la provincia de Chaco, quien trabajaba como empleada doméstica en un departamento del edificio, en la modalidad de “cama adentro”, por lo que también vivía en ese lugar. Según indicó Infobae, Patricia no se encontraba registrada ni recibía aportes de ningún empleador o estaba protegida por alguna obra social, trabajo en negro. Cobraba una pensión de un banco de su provincia.
La clausura de los ascensores del edificio, confirman fuentes del caso, fue ordenada y efectivizada ayer. Amigas de Patricia en Chaco la recuerdan en Facebook con tributos con su foto: “Te vamos a extrañar”, escriben.
Las hipótesis de los investigadores son dos: o bien la mujer falleció por accidente, ocasionado quizás por una falla en el artefacto, o fue asesinada, bajo una calificación de muerte dudosa de criminalidad.
La investigación por la muerte de Alejandra -que a pesar de trabajar como empleada en el edificio no registra ningún trabajo en blanco en la AFIP y era beneficiaria de una pensión en Chaco- quedó en manos de la fiscal Mónica Cuñarro, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 7.
Para intentar esclarecer el hecho, la Justicia ordenó un estudio de los ascensores, la autopsia al cuerpo de Torres: un adelanto del informe determinó que falleció por el traumatismo que le provocó la caída como causa preliminar. Los análisis continúan, también para conocer su estado de salud previo a su muerte. También peritarán su teléfono.
Cuñarro requirió levantamiento de rastros a cargo de Policía Científica y la toma de testimonios a vecinos y empleados del edificio. Lo que diga finalmente la autopsia, por lo pronto, será esencial para direccionar el expediente. Se contactó al organismo de fiscalización porteño para determinar información sobre el ascensor y su funcionamiento, más el informe del ingeniero responsable del lugar que ya fue requerido. Allí podría existir una responsabilidad penal sobre quién autorizó el funcionamiento de las máquinas.
Fuente Diario21.tv