“En este caso en particular, tomamos conocimiento desde el momento en el que la policía llega y la encuentra. Fuimos para Las Breñas y nos reunimos con los hijos y la cuñada porque su esposo en ese momento estaba en otra provincia. Nos pusimos a disposición de todo lo que el Estado provincial pueda brindar”, aseguró.
Indicó que la familia solicitó asistencia “en cuestiones que prefiero no decirlas por su intimidad; las estamos cumpliendo”.
También dijo mantener diálogo constante con la fiscal que lleva el caso y con el Jefe de la Policía del Chaco.
Las estadísticas marcan que el de Torres es el sexto femicidio en la provincia del Chaco, en lo que va del año, “tuvimos en Pinedo, Tres Isletas, Plaza, Castelli, Pampa del Infierno y ahora Las Breñas”.
Advirtió sobre los cuidados y la peligrosidad a la que conlleva la práctica de hacer “dedo”. “Haciendo estadísticas en nuestro trabajo, para poder llevar las políticas de prevención que tenemos planificada desde el comienzo de la gestión, tenemos en cuenta un montón de factores. En el caso particular de las docentes que hacen dedo, es costumbre en algún punto. Por supuesto que la situación económica lleva a hacer dedo para ir de un lugar a otro”, sostuvo.
Indicó que, “en este caso en particular, era costumbre porque ella tenía su medio de movilidad y 15 kilómetros más no era el problema. Los docentes, quizás para llegar antes, pero la realidad es que los docentes hacen siempre, como las fuerzas policiales también, dedo de una localidad a otra”. “Ahora, hay que ver que hay más violencia que hace un tiempo quizás”, indicó.
Respecto del femicida, consideró que “debería haber un control de este tipo de personas”. “Los delincuentes penados por abuso, este tipo de delincuentes, no se reinsertan normalmente en la sociedad ni con la pena ni con la condena”, manifestó.
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