El 22 de abril de 1979 en el camino rural de la Colonia Pampa Alegría,
denominado cruce Ramela, fue emboscado y fusilado el dirigente agrario Carlos Servando
Piccoli. Había regresado al país en el operativo contraofensiva de Montoneros.
Su misión era reorganizar las Ligas Agrarias Chaqueñas
Como secretario general de la Unión de Centros Cooperativistas de Ucal contribuyó
a la creación de un sin número de cooperativas en las provincias de Chaco y Formosa.
Fue integrante de la comisión de fomento de la creación de la Facultad de
Agroindustria en Presidencia Roque Sáenz Peña, que años más tarde se
convertiría en la Universidad del Chaco Austral.
El movimiento de masas que eran las Ligas Agrarias propicio la organización
de los pequeños y medianos campesinos algodoneros del centro de la provincia
del Chaco. Con la palabra la organización la militancia y la reivindicación de
derechos era la perspectiva de trabajo para analizar los problemas del campo.
La acción de las Ligas Agrarias
entre los años 1970 y 1975, produjo que el algodón cotice al mayor precio en la
historia del País. En 1973 las cooperativas pasan a ser sujeto de crédito y el campesinado se
vuelca masivamente a asociarse a las cooperativas. La intensa campaña de las
Ligas Agrarias para que los productores se asocien y entreguen el producto a
las cooperativas, evitó que la grandes empresas como Bunge y Born, Dreifun y
otras se quedaran con la comercialización, las ganancias y la renta de los productores. En 1976 más
80% de la producción del algodón pasaba por las cooperativas.
El Golpe de Estado del 24 de Marzo de 1976, La Dictadura Cívico -Militar
y Eclesiástica, impuso en el País un programa económico liberal. Para ejecutar el mencionado proyecto
económico, era necesario eliminar todo vestigio de oposición gremial,
político y social .-
La dictadura destruyó la Ligas
Agrarias, el sistema cooperativo y finalmente el cultivo del algodón. Nunca más,
hasta hoy, hubo una organización que representara a los pequeños y medianos
productores de esa envergadura.
La persecución a los miembros de Ligas
Agrarias, familiares, amigos, vecinos contó con cuatro operativos Toba, que
mostraban la “cara bonita” de la dictadura pintando y reparando escuelas. Pero
detrás iba la tortura, desaparición y muerte a los hombres de campo y sus
familias.
Dirigentes y miembros de las
Ligas Agrarias, llamados “subversivos” por el poder de turno provocó que los
dirigentes y militantes se ocultaran en el monte. Que más tarde emigraran del País o que
estuvieran detenidos por años, aún en tiempo de gobierno democrático. Casi dos
mil (2000) personas fueron detenidas, muchas torturadas, perseguidas. Hubo once
(11) muertos y/ o desaparecidos.
Más de cuarenta años pasaron para que el
Estado reconozca oficialmente la masiva destrucción que ejecutó el golpe
cívico-militar. El juicio de lesa humanidad que se llevó a cabo en el 2019, en
el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, condenó
a cadena perpetua a uno de sus ejecutores aún con vida, junto a otros
integrantes de la fuerza policial y del ejército. Cabe mencionar que en el
juicio se contempló la situación de algunos integrantes como fue la de Carlos
Servando Piccoli. Otros militantes de Ligas Agrarias, que fueron asesinados y
/o desaparecidos, claman desde el dolor de sus familiares la realización de la
justicia efectiva de lo que sucedió con Ellos.-
Se trata por lo tanto de
reconstruir el tejido social con los valores y la mirada de la actualidad. Construir
supone un gran esfuerzo de las diferentes partes. El ingenio de la sociedad
argentina nos proporcionara lo necesario para llevar
a cabo este cometido.
El desafío que hoy se nos
presenta, es construir una mejor democracia con sentido republicano y justicia
social.
La lucha por la Memoria, la
Verdad y la Justicia continua.-
Dr. Piccoli Mario Luis