Hace una semana en mi condición de presidente del Colegio de Abogados de Sáenz Peña expresé públicamente la preocupante y alarmante situación por la que atraviesa el Poder Judicial, haciendo una crítica a la gestión de la Dra. Emilia Valle como Presidenta del Superior Tribunal de Justicia. Crítica que se fundamentó en extremos objetivos reales y concretos, y que están a la vista de todos. Fue una crítica que reflejó el funcionamiento deficiente del servicio de justicia que padecemos los abogados en el ejercicio de la profesión y los ciudadanos que buscan justicia en tiempo y forma.
De manera sorpresiva y no menos alarmante me convertí en el centro de agravios de todo tipo, donde se llegó hasta a cuestionarme aspectos de mi vida privada que nada hacen al rol que ejerzo legítimamente como Presidente del Colegio de Abogados de la 2° Circunscripción. Agravios provenientes de legisladores afines al Gobernador que culminó su gestión el 10/12/19, Magistrados y funcionarios que dependen jerárquicamente del STJCh, y un grupo de abogados que aprovecharon la reacción defensista orgánica para atacarme desde lo gremial, obvio con condimentos injuriantes totalmente innecesarios.
Responder la crítica de la crítica no haría mas que sacar el foco del problema real. En eso consistió la estrategia de atacar al mensajero. Aclarando enfáticamente que la crítica a la Gestion de Valle no tiene nada de relación con la designación de la Magistrada a Cargo del Juzgado del Menor y Familia N° 2 de Sáenz Peña. Sin embargo, ha sido el mismo Poder Judicial y los Gremios que nuclean a sus dependientes quienes el día 11/12/19, es decir tan solo cuatro días después de la catarata de agresiones hacia mi persona, quienes expresaban su malestar por la situación salarial que atraviesan, realidad que la misma presidenta del STJCh reconoció en su balance anual.
Sin intención de darle entidad a los agravios a los que fui objeto, solo debo hacer notar lo importante que resulta ser el Colegio de Abogados de Sáenz Peña, y que evidentemente la crítica que realice molestó. Y molestó mucho porque estamos ante un Poder de Estado que se acostumbró a la pleitesía y complacencia. Es el Poder Judicial, como poder del estado, quien debe dar explicaciones a la sociedad de su funcionamiento.
A modo de conclusión recuerdo los puntos que se expusieran en comunicado anterior y que no hacen más que solo reflejar la verdad, a saber:
- Incumplimiento de la ley de enganche;
- Paros Judiciales desde hace más de un mes, sin contar otros paros del año;
- Retraso salarial histórico que ante la falta de respuesta genera la parálisis del servicio de justicia;
- Amenazas de descuentos ficticios, que no hacen más que amedrentar a los empleados judiciales, y simular una eventual reacción ante un situación que desborda por todos lados;
-Desproporcionado aumento de los aranceles de tasas de justicia y unidades tributarias generando con ello clara limitación al acceso al servicio de justicia;
-La evidente imposibilidad de estar en cabeza de tantas presidencias juntas ( STJCh, Consejo de la Magistratura, FOFECMA, etc.) sin descuidar el servicio de justicia de la provincia.
-Faltas de controles y las eventuales sanciones dentro del poder judicial entre otros reclamos;
-Falta de transparencia en la designación y remoción de cargos a familiares y allegados a la Presidencia, los que a la postre, luego de bochornosos hechos públicos reciben correcciones totalmente morigeradas.
Debo destacar, que ningún momento se atacó ni fue puesto en duda la integridad personal de la Dra. Emilia Valle, por lo cual rechazamos esos repudios por no corresponder.
Concluyendo, solo fueron “VERDADES QUE DUELEN”, y el sistema respondió orgánica e inorgánicamente con una ofensiva armamentista inusitada y totalmente desproporcionada. Y, lo que es mas grave, nunca dieron respuesta al problema convocado. Por ello, no vamos a callar las deficiencias del Servicio de Justicia de ninguna manera.