Leonardo Díaz de 44 años, representante de la Fundación "Remar" en Sáenz Peña dialogó con Eres Chaco sobre la venta de ropas usadas y muebles de pino  para cubrir las actividades de una casa de contención social y una casa de segunda fase que sería de contención en la última etapa de personas con problemas de adicciones.


En calle Urquiza 160 (calle 6 entre 3 y 5 del centro) hay una oficina de información y un local de venta de cosas benéficas, como ser mueblerías y ropas y otras cosas usadas que fueron donadas, cuya recaudación sirve para solventar los gastos de los hogares destinados a ayudar a personas con adicciones a salir del flagelo de la drogas. "Al no contar con ayuda desde el Estado, con los trabajos que se realizan en la fundación y a través de la venta de cosas usadas es como se juntan fondos. Vendemos ropas y muebles usados en buenas condiciones y también muebles de pino de muy buena calidad" dijo Leo.


Asimismo aclaró que no solamente ayudan a personas con problemas de adicciones, sino también tienen hogares de niños y mujeres que están siendo contenidos al ser encontrados en situación de calle o maltrato.


Detalló que en Sáenz Peña. la casa de Remar, brinda contención a un grupo que oscila entre los 8 y 13 personas. Mientras que en Resistencia, hay un Hogar de Niños, donde se encuentran unas 35 personas aproximadamente entre niños y sus madres.


"Al principio, los primeros años, los que consumían eran personas que habían tenido problemas familiares y otros. Hoy en día, el tema de la adicción es como una cultura. Todo el mundo sabe que la adicción hace mal y hace daño, sin embargo hay personas que lo mismo lo hacen. De 10 pibes o pibas de 15 años, que ustedes le preguntan si alguna vez han consumido, 8 o 9 le van a decir que si. Por eso es como una cultura, al que no consume lo tienen como un tonto. Hace varios años que estoy dentro de ésta Fundación, y me ha tocado recibir a personas 55 o 60 años de edad que nunca en su vida habían consumido y sin embargo empiezan a consumir. Es como algo normal lamentablemente lo que está sucediendo ahora" dijo angustiado Leo.


Recordó que el tema de la droga es muy complicado porque no sólo lleva en muchos casos al suicidio, sino que enferma a toda la familia del adicto.



HISTORIA DE VIDA DE SUPERACIÓN Y GANAS DE AYUDAR
En su caso particular, Leo admitió que lo llevó a la necesidad de ayudar a personas a salir de las adicciones, fue su propia vivencia. "Ingresé a ésta Fundación con un problema terrible de adicción. Fui consumiendo durante más de 20 años cocaína, de los cuales 15 intenté salir tenía fuerza de voluntad y ganas, pero la ayuda a la que acudía no me servía. Cualquier profesional lo primero que te dice es que no tenes cura. Y los centros de rehabilitación son muy caros, hoy en día cuestan mínimo 40 o 50 mil pesos por mes, y son un negocio porque te dan ansiolíticos y antidepresivos y te dicen que no tenes cura, Bueno, en ésta Fundación, como es un centro Cristiano, conocí el amor de dios y es lo único que me pudo salvar y transformar. De ser una persona drogadicta y delincuente que solo hacía daño, Dios transformó mi corazón, y quiero ayudar a los pibes que están pasando la misma situación que yo pasé en algún momento" concluyó a modo de testimonio.