El Presidente fue el encargado de cerrar este martes el IEFA Latam Forum. Allí participó también el director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, en medio del comienzo de las discusiones para un nuevo programa con Argentina.
Allí, Milei comentó cuál es su idea para la economía luego de la salida del cepo pero no dio precisiones ni de cuándo ni de cómo se llegaría a ese primer objetivo.Sí dijo que su idea es que el Banco Central no pueda emitir para financiar al Tesoro por ley en línea, con un proyecto en el que trabaja el Gobierno para equiparar ese eventual futuro delito con los de lesa humanidad. Pero se buscaría además que la base monetaria y la circulación de pesos quede en el mínimo.
“Vamos a dejar un mínimo de pesos en circulación y el proceso de “remonetización” de la economía tendrá que darse sacando plata del colchón”, afirmó el Presidente frente a las 100 personas que lo escucharon en uno de los auditorios del Hotel Four Seasons.
La intención es que en un proceso de recuperación la cantidad de pesos se mantenga invariable, pero en niveles que no impliquen un riesgo constante de corridas al dólar. De hecho, la “monetización” vendría solo por un mayor ingreso de divisas con un horizonte de consumar una economía con dos monedas de curso legal en la que se imponga la divisa estadounidense.
El Indec publicó esta semana su informe trimestral “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa” correspondiente al cuarto trimestre de 2023. De allí surge que hay USD 277.793 millones en fondos en el exterior en cuentas bancarias declaradas, cajas de seguridad y billetes que se encuentran fuera del sistema, lo que puede estAr “debajo del colchón” en cualquier tipo de divisa.
Esa cifra es 10 veces mayor a las reservas internacionales del BCRA, que finalizaron esta semana en USD 27.146 millones, es casi medio PBI de la Argentina y es más de 15 veces los depósitos en cajas de ahorro a la vista.
Según se desprende del informe del Indec, en el último año el crecimiento del dinero fuera del sistema financiero local fue de USD 21.869 millones, 8,5% respecto al cierre de 2022. En el último trimestre, mayor momento de incertidumbre en medio de la disparada de la brecha y las elecciones, salieron del sistema USD 6.848 millones.
“El proceso se aceleró en las últimas décadas por una fuerte combinación entre bimonetariedad de la economía y baja seguridad jurídica. El corralito del 2001 es la fiel expresión de eso. No es algo normal en un país”, consideró el Head of research de Romano Group, Salvador Vitelli.
De alguna manera el Gobierno necesita del ingreso de inversiones para afrontar la recuperación de una economía que se encuentra en plena recesión por la caída de los ingresos y del consumo. Los sectores con mayor dinamismo son energía y minería, pero los proyectos requieren de mucha previsibilidad porque son a largo plazo. El auditorio que eligió Milei no es algo casual, había figuras como Alejandro Bulgheroni, entre otros líderes de empresas y entidades financieras.
Los principales empresarios del país reclaman la salida del cepo como condición principal para comenzar a invertir, pero también el avance de la reforma laboral del DNU 70/2023, el blanqueo de capitales, desregulaciones y el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, esto último contenido en la original ley ómnibus. La clave estará en el Congreso. Por ahora mantienen las esperanzas, pero no pagan por ver, y el Gobierno no apura levantar los controles de capital.
Los que sí se desprenden de pequeñas tenencias son los ahorristas, en busca de afrontar gastos corrientes. El BCRA informó que en enero y febrero hubo un total de 405.000 personas que vendieron dólares al tipo de cambio oficial mientras que 233.000 compraron.
El dato fue aportado por el economista Santiago Bulat, socio de la consultora Invecq, quien además agregó: “Que haya más venta de dólares billete que compra solo pasó en el 17% del tiempo de los últimos 21 años”.
Solo en febrero esas personas vendieron USD 13 millones, 10 millones más que en el mismo mes del año pasado, y en enero habían sido USD 18 millones. En valores absolutos, el primer bimestre cerró con compras por USD 34 millones y ventas por USD 31 millones, que fue 416% superior respecto al inicio de 2023.
La consultora Econviews que conduce el ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel, publicó en su editorial del fin de semana que la visión que tiene el Gobierno de la competencia de monedas tiene algunos problemas. Allí manifestaron preocupación por el atraso del tipo del dólar oficial: “No estamos pensando en que haya objetivos de tipo de cambio real. Pero sí pensamos que para esta parte del ciclo económico la Argentina necesita un dólar más alto. Es cierto que eso generaría un poquito más de inflación, pero no creemos que sea mucho más”.
El equipo económico del Gobierno asegura por todos los medios que no se acelerará el crawling peg del 2% mensual y descarta una nueva devaluación discreta. Lo hace incluso ante el pedido de sectores exportadores y la disconformidad manifiesta del FMI.
“La implicancia del dólar barato es que desaparecen los incentivos para traer capitales ya sea para inversiones reales como financieras, se desincentiva la exportación de bienes y de servicios. Imaginemos un proyecto de inversión que costaba 1,000 millones de dólares hace 2 meses y hoy cuesta 40% más. Será difícil que los directorios de las multinacionales se tiren de cabeza, más allá de las oportunidades que ofrece la Argentina”, advirtió Econviews.
Infobae